viernes, 2 de enero de 2009

Mal comienzo...


El conflicto en la franja de Gaza se agudiza cada vez más, familias palestinas enteras siguen muriendo día a día a manos de los "mártires de la historia"... que ironía.
No creo que con un click se pueda ver bien ésta imágen, solo se verá más grande.

33 comentarios:

Chuli! dijo...

Mucha verdad, don Luiso. A veces nos quejamos, pero no tenemos en la cabeza una idea de qué es lo que se vive en aquellos lados. Sin parámetros decimos boludeces a veces.

Simple, directo... más parecido a lla realidad de lo que me gustaría que fuese.
Un abrazo neuquino! Feliz Año para allá!

Y si.... BIEN BOSTERA GRACIAS A PAPÁ! jajajajajjaja!

Don Belce dijo...

Crudo, irracional, inexplicable, así está este mundo.
Sergio

Don Belce dijo...

Luiso y amigos de este blog, los invito a pasar por mi nuevo blog "Blog´s Tours" cuya finalidad es publicar grandes artistas, comenzamos con el primero, si quieren pasar y opinar bienvenidos sean. WWW.blogstours.blogspot.com
Un abrazo Sergio
Ah el primero que publiqué es un gran amigo.

NaNa dijo...

CIERTO... ME RECUERDA A ÉSTE TEMA, INTIFADAH "QUIÉN PODRÍA IMAGINAR QUE DAVID FUESE GOLIAT"
VAYA REALIDAD!!

DEJO SALUDO.

Alejandro Hosne dijo...

Muy bien, Luiso, tu cruda y valiente caricatura no da lugar a medias tintas (justamente hablando de dibujo...). Indigna este hecho aberrante de Gaza y tu trabajo es un cachetazo a la hipócrita moralina imperante de los genocidas, aunque se llamen víctimas. Sin duda lo fueron en el pasado, pero ahora son ellos los que matan, triste contradicción moral que muchos tratan de evitar analizar. ¿Será que son humanos, como todos, y pueden dar vuelta la tortilla para el peor lado imaginable...?
Saludos desde México.
Alejandro

Anónimo dijo...

Luiso: No te apresures a emitir juicio sobre la situación. Investigá un poco más y te vas a dar cuenta que las cosas no son como te las vende la televisión. Si te llovieran misiles sobre tu casa todo el día, si tu vecino enviara a sus hijos a inmolarse al lado de los tuyos, si te dijeran "quiero borrarte del mapa" ¿acaso vos no te defenderías? ¿que pretenden que haga Israel, que se quede de brazos cruzados? Mientras el pueblo Israelí defiende un pedacito de tierra más chico que Madrid y en donde ha podido hacer de un desierto un lugar habitable y de progreso ¿que han hecho los demás?
En esta guerra no cuentan los muertos israelíes, no cuentan la cantidad de jóvenes judios muertos en escuelas, supermercados, en las calles por culpa de irracionales que envían a sus hijos a inmolarse para ganar el cielo. De todos es la culpa, ni de palestina ni de Israel.
Los judíos tampoco pueden pretender la paz entrando con sus tanques en Gaza.
Pero tambien me gustaría que el mundo y sus artistas se manifieste por el holocausto nazi, por el holocausto Armenio, por la matanza de los gitanos, de los tibetanos, los progrom y puedo seguir hasta el hartazgo.
Respeto tu postura, tu arte, tu humor y te respeto como persona. Y te invito, convencido de que será muy positivo, a indagar un poco más en los orígenes del conflicto Israelí.
Un fuerte abrazo.

Martín Fidalgo

Luiso dijo...

Estimado Martín Fidalgo, gracias por tu comentario; es verdad, desde aquí a la distancia uno no es quién para emitir juicio u opinión sobre un tema tan delicado, así que digamos que pude estar inspirado en cuestiones netamente estadísticas, cuando en cualquier noticiero (hasta en CNN) dicen que murieron 300 palestinos, incluidos niños y mujeres, y en el mismo informe se cuentan 3 bajas israelíes y 4 raspaduras, inevitablemente e instintivamente uno se pone a pensar en que algo injusto hay, más cuando hablamos de una potencia super poderosa en tecnología y armamento, al lado de un pueblo que se defiende con rústicos y precarios métodos, hasta con sus propios cuerpos con tal de defender lo que ellos creen. Independientemente de quién esté acertado o no.
Y justamente lo que vende la televisión nunca es lo que realmente sucede, por lo cuál, quedáte tranquilo, que no es mi fuente de confianza.
Gracias.

H dijo...

Profanación de templos en Gaza (y otras notas interesantes) en Apuntes Urbanos.

Por otro lado, si te interesa el tema que dibujaste, te recomiendo Pallywood.

Saludos,
H

Luiso dijo...

Quería aclarar para que no se preste a malentendidos o malinterpretaciones, que las siglas escritas en la cámara filmadora pertenecen al imaginario canal televisivo UZZ, que por cuestiones de espacio fueron escritos de esa manera. Para comprobar lo que digo solo basta girar la cabeza 90 grados hacia su hombro derecho mientras mira la imágen.
Gracias.

Unknown dijo...

La viñeta es brillante. Y tienes razón, se ve más grande cuando la pinchas: BIEN no se va a ver.
Un placer pasar por aquí.

Manuel dijo...

Gracias por el dibujo, Luiso. Aunque quizá mi comentario fuera en exceso largo. Como te he leído hablar que posiblemente tus dibujos queden pequeños en el blog, te cuento aunque pueda resultar pedante:
Cambia de plantilla para que ocupe toda la pantalla sin columnas laterales a izda. y dcha. Por ejemplo, la “minima lefty stretch” es la cuarta (primera de la segunda fila).
Cuando subas fotos o dibujos, no lo hagas directamente dentro del post. Utiliza previamente los álbumes de Picassa (todo el que tiene un blog, tiene álbum). Una vez subidos, pinchas en la foto y a la derecha tienes un indicador para enlazarla. El enlace es diferente si la quieres en tamaño pequeño, mediano o grande (por defecto, el pequeño). Una vez ajustado el tamaño, copias el código HTML que pegarás en el post (en pestaña HTML). Así salen más grandes, ocupando buena parte de la pantalla. Por si las moscas, haz pruebas en algún otro blog que crees. Suerte y un abrazo.

Anónimo dijo...

Luiso:
¿Por qué utilizás la imagen de un judío ortodoxo? Me parece que recurrir al estereotipo en este caso es facilista, demagógico e implica desconocer la realidad sociopolítica en Medio Oriente. Si bien es condenable todo tipo de agresión (y coincido con una opinión anterior: ¿qué harías si te cagan a cohetazos todo el tiempo? ¿Sabías que miles de israelíes -y no confundir con judíos; puede haber judíos israelíes, judíos argentinos y aunque no lo creas, judíos cordobeses! Es más: hay musulmanes y católicos viviendo en Israel y formando parte del Parlamento- se salvaron gracias a los refugios antiaéreos?)sería interesante no caer en el humor panfletario y rayano a la discriminación, en favor de un humor más inteligente y que invite a la reflexión.
Saludos

Luiso dijo...

Estimado, no suelo responder a los mensajes anónimos por qué no me gusta no saber a quién me dirijo, pero como tu comentario es inteligente y respetuoso, haré una excepción (así se escribe?)... y te bautizaré como para poder dirijir mi contestación:
Amigo anonimovich, dibujé un judío ortodóxo solamente como un recurso gráfico que lo identifique, de otra manera tendría que haber dibujado una persona común con un cartelito que acláre lo que quiero mostrar, y me parecía gráficamente no estético, y como yapa, te dejo un texto que me a escrito mi amigo Manuel, pero en otro lado:

"No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza.
No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque.
No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamas.
No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante.
No es un fracaso de la diplomacia internacional. Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüedad, hipocresía, de la diplomacia europea.
Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.
En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabíamos.
Y ya que hablamos de estadísticas, la densidad de la población en España no llega a 90 habitantes por km2. En Argentina son 14. En Gaza, por el bloqueo hacinante, más de cuatro mil. Luego, que me hablen de asesinatos selectivos. La puta que los parió…"

Gracias y perdón la extensión.

H dijo...

Luiso, tirás cada frase...

"No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza": No es así. Va lo que una amiga especialista en Derecho Internacional Humanitario me comentó en este post.
"Aun si Hamas no conforma un ejército regular, no significa que sus miembros no sean combatientes según el Derecho Internacional. Perpretadores de actos de terrorismo internacional -confesos y orgullosos de serlo-, no son “civiles”, sino “combatientes ilegales” (aunque algunos prefieran llamarlos guerrilleros o miembros de la resistencia, lo cierto que como combatientes que son NO RESPETAN LAS NORMAS INTERNACIONALES VIGENTES QUE LIMITAN LOS METODOS Y MEDIOS DE HACER LA GUERRA, DE ALLI SU ILEGALIDAD). Siendo “combatientes” pero además “ilegales” - pues estando obligados por la ley internacional que regula la guerra, LA INCUMPLEN DELIBERADAMENTE al llevar a cabo actos terroristas que están prohibidos por esta normativa; apuntar misiles en forma indiscriminada a población civil israelí y a bienes civiles, ciertamente es un acto terrorista prohibido por el Derecho Internacional Humanitario, pues tiene como fin amedrentar a dicha población civil con miras a la obtención de logros políticos, y esto está terminantemente prohibido por la ley internacional. Ni que hablar de los escudos humanos que usan.

Estos combatientes ilegales, mientras no se encuentren heridos o no depongan las armas, pueden ser objeto de ataque militar por parte de Israel, tanto ellos como los bienes militares que han sido objeto de ataque los días pasados, siempre y cuando Israel, como ejército regular, respete asimismo, el Derecho Internacional Humanitario, que se aplica en caso de conflictos armados y que tiene por fin limitar los métodos y medios de hacer la guerra, limitando al máximo los daños a personas y bienes civiles."

Con respecto a esto último, "Las FDI han estado transmitiendo anuncios y advertencias a la población de la Franja de Gaza para reducir el riesgo de daño de civiles no involucrados, mediante el anuncio previo del intento de ataque, e instruyendo a los residentes a evacuar las zonas donde pueden ser hallados elementos o infraestructura terrorista. Para asegurar que estas advertencias alcancen a los residentes, las FDI tomaron varias medidas diferentes: lanzar panfletos, realizar llamadas telefónicas y requisar la radio local y estaciones de TV.
El 28 de diciembre, 300.000 panfletos, en toda la franja de Gaza.
El 29 de diciembre, 80.000 panfletos en Rafah.
El 3 de enero, 300.000 panfletos en toda la franja de Gaza (focalizando el norte y este).
El 5 de enero, 300.000 panfletos en Gaza, Khan Yunis y Rafah.
El 27 de diciembre, se realizaron alrededor de 20.000 llamadas telefónicas (en toda la Franja de Gaza)
El 29 de diciembre, se realizaron alrededor de 10.000 llamadas (Rafah)” (De un comunicado oficial)

La inteligencia militar también ayuda; gracias a ella, 40 túneles de contrabando fueron destruidos en 4 minutos con precisión quirúrgica. Cualquier otro país hubiera hecho un carpet bombing a lo largo de los 12 km de frontera, poniendo en riesgo letal una importantísima cantidad de civiles palestinos y egipcios.

Estoy de acuerdo que toda muerte es una tragedia, sin embargo, condenar cuando excepcionalmente Israel mata civiles y no condenar cuando por norma Hamás usa escudos humanos, apunta contra civiles y ejecuta a sus opositores internos como perros, me parece simplemente antisemita.

Saludos,
H

H dijo...

"No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque.": especulación barata de una mente conspirativa. Ahora son todos especialistas en política israelí.

"No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza":

Lo que se llama "el bloqueo" comenzó una vez que el Hamás tomó el poder mediante un salvaje golpe de Estado (jun '07) en el que tiraron militantes por las ventanas de los edificios. Luego se negó a reconocer previos tratados firmados con la Autoridad Palestina y siguió tirando cohetes.
Israel se había retirado en el 2005. Si te acordás, el Fatah estaba a cargo de Gaza en esa época. Hasta les dejaron los mapas municipales de la ciudad en una mesita en uno de los cruces y nadie los fue a buscar. Israel les sigue dando electricidad, nafta y agua.
Egipto está a cargo de una de las fronteras con Gaza, andá a preguntarles a ellos por qué no la abren (respuesta, porque terroristas palestinos planificaron atentados en el Sinaí).
Finalmente, si pensás que los palestinos están enojados por estar "encerrados" y que por eso tienen derecho a tirar cohetes contra población civil, la gente que vive en los pueblos del sur de Israel se ha pasado los últimos 8 años encerrados en refugios por el fuego diario de los terroristas con 15 segundos para buscar refugio una vez que suena la alarma. OCHO AÑOS!!!

Con respecto a la densidad, no digo que no sea alta, pero es un cuarto de la de la ciudad de Bs. As., para darte una idea. Y mejoró después de que Israel en 2005 levantó 21 asentamientos. ¿O no?
Sabías:
-Que Hamas no paró de tirar misiles apuntando a la planta de electricidad de Ashkelon que los provee a éllos mismos con electricidad.
-Que los cohetes provocaran cortes de luz en Sderot, mientras que los israelíes reparaban los daños en las líneas que llevaban la electricidad a Gaza.
-Que los trabajadores de electricidad reparando las líneas hacia Gaza fueran atacados por los palestinos.

-Que desearan una limpieza étnica de judíos de Israel al mismo tiempo que les lloraran con que les pasan "poca"; electricidad y nafta.
-Pero que al mismo tiempo Hamas disparara contra el convoy de camiones que llevaban nafta para los hospitales de Gaza y para la UNRWA, la organización que cuida específicamente a los palestinos, y que ayer dispararan contra el cruce Kerem Shalom por donde les entra la ayuda humanitaria, eso ya es el colmo, ¿no?
No, el colmo es que desde un supuesto progresismo o humanismo se acuse a Israel de todo lo que escribió tu amigo "Manuel".

Saludos,
H

Anónimo dijo...

No creo que puedas bautizarme como Anonimovich, ya que si tu chicana apunta a decir que soy judío, los judíos para tu información no se bautizan.
Y si tuvieras que dibujar a tu amigo Manuel ¿le harías las cejas bien pronunciadas y juntas? En fin, una cosa no quita la otra, es-timado Luiso. Lo del recurso gráfico se solucionaba, por ejemplo, mostrando a un tipo con una remera que diga Israel.

Y respecto al texto escrito por tu amigo Manuel, te propongo leer el siguiente texto escrito por un rabino argentino residente en Israel. Es informativo y vale la pena tomarse unos minutos para leerlo.

Saludos.


Ciertas veces no es necesario mirar el noticiero por televisión, las noticias se ven en directo desde la ventana del living de la propia casa. Todavia ningún canal dio aún a conocer la noticia, esta vez la primicia es nuestra. Todo el barrio ya sabe que un misil cayó cerca de casa, aquí en Ashkelon.

Mi mujer, asustada, acercó su nariz al ventanal del salón ("la pantalla" en estos casos). Maaian, nuestra hija de cinco años, trató de calmarla y le dijo: "No te preocupes mami... Fue sólo un misil".

Di-s le guarde la inocencia a nuestra hija. Por momentos pienso en la genial película de Roberto Benigni, " La Vida es Bella", y también yo quisiera convencerla de que todo esto es un juego, y que aquel que gane y logre mantener la cordura, ganará un premio al final de la competencia.

Esta anécdota tiene ya nueve meses. Hoy día mi hija ya sabe lo que es un misil y también lo que es la guerra. Sus dibujos, antes coloridos y llenos de personitas, corazones y mariposas comienzan a expresar sus temores. Hoy pueden verse en ellos nubes grises y lluviosas y flechas que caen del cielo. ¿La gente? La gente esta escondida en los refugios antimisiles.

La banal utilización del término Shoá (Holocausto) en el marco del conflicto entre Israel y los palestinos llama a algunas reflexiones que quisiera hoy compartir con ustedes.

Ciertos grupos demuestran una clara tendencia a analizar unidimensionalmente los acontecimientos históricos.

La complejidad de dichos eventos, hace que éstos puedan -a menudo- asemejarse, pero jamás equipararse.

La diferencia esencial entre el actual conflicto no radica en la abrumadora dieferencia en el número de víctimas.

Éso también sería pecar de simplismo. La diferencia fundamental entre ambos procesos es que el pueblo judío no tuvo responsabilidad alguna en lo ocurrido en la Alemania nazi durante el período 1933-1945.

Los judíos alemanes en los años previos al Holocausto, eran alemanes orgullosos de su nacionalidad. Hablaban alemán, leían periódicos en alemán y servían en el ejército alemán. Ningún judío alemán soñaba por entonces con tener autonomía política basada en una doctrina de terror. Mucho menos un Estado. El liderazgo judío alemán jamás pensó en adiestrar milicias para lanzar cohetes sobre población civil no-judía ni en contrabandear armamento para atacar cobarde e indiscriminadamente a sus vecinos no-judíos.

El Holocausto no puede siquiera catalogarse de "conflicto armado". Allí no hubo dos bandos. Sólo víctimas de un lado y victimarios del otro.

En Medio Oriente los ataques no son patrimonio de un sólo lado; las víctimas se desangran a ambos lados de la frontera. Y si no mueren más civiles en Israel, no es porque los misiles de Hamás sean de cartulina sino por la proliferación de refugios antimisiles en cada casa y en cada calle.

Hace algunos meses, Amnesty Internacional publicó un informe en el que afirma que la situación del pueblo palestino en la Franja de Gaza es la peor conocida desde 1967. Ningún analista objetivo de la realidad podría afirmar que los mismos palestinos no tienen responsabilidad alguna en la situación que se vive por estos días en tierras del Hamás. Los palestinos recibieron desde los acuerdos de Oslo a principios de la década del noventa más dinero del que recibió toda Europa después de la Segunda Guerra Mundial a través del Plan Marshall.

Hamás no es un movimiento de liberación nacional. Sus móviles nada tienen que ver con la liberación de Gaza de manos israelíes, sino más bien con la "liberación" de todo el territorio israelí de manos judías. En la enferma ideología del movimiento Hamas, judíos y cristianos son "infieles" que por su naturaleza inferior deben estar sometidos al poder islámico. Y hasta que eso no ocurra el dios de Hamás no hallará satisfacción. De hecho se podría decir que -en esencia- los móviles ideológicos de Hamás se parecen mucho más a los móviles del nazismo, que los móviles de Israel al ejecutar su represalia. De todos modos -ya lo dije- los procesos históricos son irrepetibles.

Con esta ideología simpatizó (¿simpatiza?) la inmensa mayoría de la población palestina residente en la franja de Gaza. Son ellos lo que aún no comprendieron que Hamás es la enfermedad, no el remedio. Son ellos los que no quieren asumir su propia responsabilidad por el fatídico cuadro de situación en el que se hallan inmersos.

Si de cuadros hablamos, quisiera recordar una anécdota sobre el célebre Pablo Picasso. Picasso, exponía el "Guernica" -una de sus obras cumbres- en un célebre museo de París, en tiempos de la ocupación alemana.

A los ojos de muchos, el ‘Guernica’ no es más que una masa desordenada de rostros sufrientes, ojos llorosos y humanidades sangrantes. Pero sabemos que es mucho más que eso. El Guernica, estuvo inspirada en el bombardeo alemán contra el poblado de Guernica durante la guerra civil española.

Y mientras Picasso exponía su obra, casualmente, un contingente de soldados alemanes visitaba el museo. Uno de ellos se acercó al artista y sin poco cinismo, le dijo: "Dígame, ¿usted hizo esto?". Y Picasso, contundente, respondió: "No, ésto lo hicieron ustedes".

El odio fundamentalista profesado por el Hamás trajo la tragedia sobre su propio pueblo. El cuadro lo pintaron ellos mismos, con sus propias manos.

Quien compare al presente conflicto del Medio Oriente con el Holocausto lo hace -en el mejor de los casos- de pura pereza intelectual. Y si alguien lo hiciera deliberadamente, no sería de extrañar. La enorme mayoría de las voces que comparan la embestida israelí en Gaza con el Holocausto, son las mismas voces que en otras circunstancias dirán que el Holocausto no existió.

(*) Gustavo Surazsky es Rabino Conservador Argentino. Ex Rabino de la Comunidad Bet Jai (Natan Gesang). Reside desde hace años en Ashkelon, a muy corta distancia de Gaza.

Anónimo dijo...

Luiso cumpliendo con tu invitación a sumarme a esta polémica te digo que hay que estar muy bien informado antes de opinar. Yo adhiero al comentario de Gustavo Surazky, Israel es una nación progresista que lucha contra el fanatismo destructivo de Hamás, por eso son y seguirán siendo cada vez más pobres, zaparrastrosos y suicidas, otra cosa no tienen en la cabeza.

Anónimo dijo...

Y hablando de genocidio, acá, en el país del trigo la soja y la carne, se mueren por día ocho niños por desnutrición, si lo multiplicás por los 365 del año, da la friolera suma de 2.920, y si a esa cifra le sumamos las víctimas de la inseguridad estamos frente a un holoucasto; y nos andamos fijando en las víctimas de Gaza!!!

Manuel dijo...

Dicen que la memoria humana es selectiva, como los asesinatos israelitas. Nosotros olvidamos lo que nos da la gana y ellos no se liquidan a más porque no pueden, simplemente buscan el exterminio pero de forma educada, con razones. Siempre hay medios, países y sistemas que estarán de su lado. Han tenido un buen maestro y no me refiero a aquel señor del bigote que se llamaba Adolfo y que no se andaba con excusas. Me refiero a esa primera potencia que a todos nos encandila y que vela de manera continua y generosa por nuestra salud democrática, nuestro bienestar y nuestras libertades. España anduvo en guerra con ella, allá por 1898. Cuba aún era parte de nuestro imperio y la mejor manera de provocar era mandar un buque de guerra a La Habana para defender los intereses norteamericanos. Los españoles no entraron al trapo pero daba igual. El Maine acabó explotando y fue suficiente motivo para que USA nos declarara la guerra. Casualmente, no murió ni el capitán ni nadie de la oficialidad. De las investigaciones posteriores hay abundante bibliografía en la red.
La política exterior norteamericana desde 1898 ha repetido el modelo de “nación agredida” en los momentos claves de su historia. El caso del ataque a Pearl Harbour por los japoneses en la segunda Guerra Mundial, que sacó a los Estados Unidos de su política de neutralidad (milagrosamente los tres portaaviones de la flota del Pacífico no estaban allí) o el más significativo del golfo de Tonkín de 1964 (un falso ataque que nunca existió) , por el que el Congreso de los Estados Unidos aprobaba la intervención en Vietnam, nos muestran dos ejemplos del modelo de “nación agredida” que se ve abocada a la guerra, pero no son los únicos. El caso de los barcos Lusitania y el Sussex, donde numerosos ciudadanos norteamericanos perdieron la vida, llevó al presidente Wilson a plantear un ultimátum a Alemania. En 1917, el hundimiento de un mercante estadounidense con toda su tripulación provocó la declaración de guerra. En los últimos años Estados Unidos ha utilizado un nuevo sistema de guerra defensiva denominado “guerra preventiva”, por la que Washington puede propiciar un conflicto para evitar una amenaza contra su país o países amigos. En la primera guerra del golfo, cuando Sadam Hussein invadió Kuwait (un país altamente democrático) y quizá por haber sido mantenido, armado y creado por la superpotencia en base a su confrontación con Irán, se le permitió seguir manteniendo el poder entre dos paralelos mientras el bloqueo de los aliados conseguía que su pueblo muriese de hambre. Ahora mueren de otra forma más rápida con la excusa de aquellas armas de destrucción masiva que nunca aparecieron. Por el contrario, nadie dice quien fabricaba y les vendía el moderno gas mostaza con el que Sadam desodoraba a los kurdos. Claro que los kurdos no son masa, son escoria. Ahorcado Sadam, poco importa que en Irak hayan muerto más soldados norteamericanos que civiles murieron en el atentado (?) de las Torres Gemelas. ¿Y los iraquíes? Bueno, esos son seres amorfos y no se cuantifican, lo mismo da doscientos que doscientos mil. La pasta es la pasta, y si un país con un presupuesto de más de treinta billones de dólares en espionaje y defensa no se entera de que hay un tipo con barbas que nadie sabe donde está que se permite aquel tipo de provocaciones, la solución es bien sencilla: se incrementa el presupuesto y nos vamos a la guerra preventiva, que para eso somos los primeros. Afganistán es otra historia. Y también existe abundante información en la red. Sólo apostillar sobre este asunto que allí estaban en guerra (es un decir) los rusos. Pero aquella guerra es mía, así que fuera rusos, que voy yo. A los talibanes debieron armarlos los marcianos, creo.
Los sionistas han aprendido bien las lecciones de su maestro. Nación agredida, víctimas del holocausto y de los cohetes artesanales, cercados, encerrados, pobres, débiles, bloqueados, muertos de hambre y además, judíos. ¿Acaso no tienen derecho a defenderse? Oye, si hay que defenderse… pues se defiende uno, ya puestos. En estos días de frío, repasando hemerotecas, comparo opiniones de ahora y de entonces, cuando aquí en España sucedió aquello de los GAL, expresadas por idénticos interlocutores. Hay que ver como nos cambia el tiempo, el terrorismo y los conceptos de autodefensa.
Naturalmente, no soy quien para recordar a los argentinos lo acaecido allá entre 1976 y 1983 con la lógica teoría de combatir a los guerrilleros, subversivos y gente de similar calaña. Supongo que también estaría justificado.
Y para finalizar con este asunto, Hamas (los que tiran los cohetes) fue creado en 1987, impulsado, armado y alentado como contrapartida al teórico poder político de Al Fatah en esa franja de miseria que es Gaza por si acaso a la ONU le daba por reconocer a los palestinos el derecho a una tierra que siempre fue suya. ¿Y quien le inyectó pasta, ideas, armamento y sangre a Hamas? ¿Los marcianos? Pues no, no fueron los marcianos. Premio para quien lo acierte.
Ahora que no se quejen. Quien siembra vientos, cosecha justificaciones. Quizá era eso.

Luiso dijo...

Antes que nada, no puedo menos que sentirme orgulloso como humorista gráfico, como artista, considerando que, por lo visto, he llegado a varias personas con mi dibujo, sin palabras, y se ha armado una especie de "debate" recibiendo a diario comentarios, críticas malas y buenas, etc... por lo que considero que ha llegado donde tenía que llegar.
En segundo lugar reitero que desde la distancia, difícilmente uno pueda ser totalmente objetivo, si es que existe objetividad sobre éste tema. Desde adentro, y no tanto, han dejado anécdotas, detalles y minuciosidades que muchos desconocían, pero supongo que desde ambas veredas tendrán millones de esas anécdotas, como niñas mirando misiles desde una ventana por un lado y niñas mirando misiles sin ventanas por el otro. Como anécdotas hay muchas, imagíno también que tendrá muchas más posibilidades de que se escuchen aquellas del lado que mayor poderío económico tenga, y por ende mayor acceso a los medios de comunicación.
Y por último, me siento seguro de dos cosas: 1- No justifico, ni comprendo bajo ningún punto de vista o circunstancia, que se mate a un niño. y 2- Siempre que vea a un grandote pegándole a uno más pequeño, sin que nadie intervenga, por lo menos lo denunciaré con mi dibujo.

H dijo...

Luiso,

"tendrá muchas más posibilidades de que se escuchen aquellas del lado que mayor poderío económico tenga, y por ende mayor acceso a los medios de comunicación": esto explica que todos los medios (BBC, Clarín, El Pais) estén del lado palestino. Será el poder del petróleo árabe (ya que es el principal lobby norteamericano) sumado a la ayuda del antisemita que muchos aún llevan dentro?.

Manuel: divagás sobre EEUU, España, Cuba, Kuwait, los Kurdos, todo muy poético pero en definitiva no decís nada. Te pediría que dejaras la lírica y la evidente grandiosidad de tu pluma para otro debate. Lo único que me queda claro es la acusación del apoyo israelí a Hamás en 1987, pero en esa época era oposición interna, no era un grupo terrorista!!! Ya vemos que Israel estuvo pésimo en ese momento, pero cuál es la excusa de los que lo apoyan ahora que ya se sabe quiénes son?

Saludos a España, uno de los principales fabricantes y traficantes de armas del mundo.

Gracias que tenéis a Pilar Rahola, si no qué pensaría de vosotros.

Anónimo dijo...

Manuel: qué cojones que hay que tener para deformar la realidad como tú. Hablando de Israel, lo culpas por asociación (vía EEUU) de las invasiones de Irak y Afganistán.
Israel no tuvo nada que ver con esas guerras, sin embargo España, el país desde el que escribes SI. Por lo que si hay un país genocida, en esos casos, fue España. Que involucres a Israel cuando son los fusiles de tu país los que huelen a muerte irakí y afgana me da vergüenza ajena.

Ahora me vas a decir "no fue españa, fue 'un gobierno' español". Lo mismo da para cualquier acción israelí, o francesa, o norteamericana, o egipcia, fueron sus "gobiernos".

Me avergüenzo de que mi padre haya compartido nombre con alguien como tú.

Luiso dijo...

H, amigo, ya deja la paranoia a un lado, no todo el mundo es antisemita...Sus primos cercanos EEUU jamás le retirarán el apoyo, hasta el mismo Obama lo dijo; Y que yo tenga entendido, la mayoría de los dueños de grandes cadenas, canales televisivos, diarios, etc... son judíos. Desde que tengo uso de razón, recibimos un bombardeo televisivo holliwoodense con películas del holocausto o post holocausto mostrando lo bueno, sufrido y trabajador que es el pueblo israelí por un lado; y por otro lado, en cualquier película de acción, los malos son árabes, rusos y últimamente de cualquier sitio de medio oriente.
Así que no puedes decir que no tienen acceso a la mayoría de los medios de comunicación...

Anónimo, me averguenzo de que alguien que tenga los cojones para decir lo que dice, no los tenga para salir del anonimato.

Luiso dijo...

Hoy domingo 11 de enero, según informes de la ONU y de Unicef

En la última ofensiva israelí:
58 niños muertos.
1080 niños heridos.
56 mujeres muertas.
452 heridas.
12 conductores de ambulancias.
El 50% de los muertos son civiles.

Lo que lleva en total:

258 niños asesinados.
854 muertos en total.
3100 heridos en total.
Esto, solo hasta el día de hoy.
Así que a todos aquellos que defiendan o justifiquen con cualquier tipo de argumentos y detallitos ésta matanza, les digo que no tienen cara.
Son asesinatos.

H dijo...

Luiso: Pues tienes entendido mal. Ni la CNN, ni FOX, ni la BBC, ni Clarin, ni La Nación, ni El País, ni El Mundo, ni ABC son de propiedad judía. Haaretz y el Jerusalem Post seguramente sí. Pero qué bueno que nos permitas hablar del Holocausto, te agradezco el favor, amigo cristiano.

No comparto la definición de que España es un país genocida de "Anónimo de las 5:00" (cuídate mucho anónimo de dónde usas esos términos!! por utilizarlos para cualquier cosa estás banalizando los verdaderos genocidios), pero Manuel, es cierto que Israel no tuvo nada que ver con la guerra de Irak y de Afganistán, y que España mandó tropas por lo que tu acusación es ridícula, siendo español.

Y Luiso, cuando cites cifras, poné un link a las fuentes. Desde ya que me parecen inverosímiles e infladas, como todos los números de Hamás. 12 conductores de ambulancia? qué es, una competencia para ver quién inventa más barbaridades? Yo conozco un conductor que falleció por balas de Hamás (rápida y erróneamente adjudicadas a las FDI). Pero la investigación sigue.

Anónimo dijo...

Estimado Luiso:

Vengo siguiendo este debate... Creo que ante todo hay que tener cuidado con las palabras que se utilizan (vos trabajás con ellas y deberías tenerlo en cuenta). "La mayoría de los dueños de grandes cadenas, canales televisivos, diarios, etc... son judíos" ( o su equivalente "los judíos dominan las finanzas, la comunicación, etc") es uno de los dos principales argumentos que utilizan los antisemitas para justificar su odio. El otro es el conocido "mi mejor amigo es judío".
Sería bueno que se difunda, por caso, qué fueron los desafortunados Protocolos de los Sabios de Sion, uno de los panfletos antisemitas más grandes de la historia...
Hamas no quiere la paz. Lo único que quiere es borrar del mapa a Israel. Mientras que en Israel hay un amplio consenso en la búsqueda de acuerdos que sirvan a una convivencia pacífica.
Los judíos cuando brindan dicen "Lejaim" (en hebreo, por la vida). Los palestinos, por el contrario, mandan a sus hijos a morir en atentados suicidas, con vanas promesas de virgenes en el más allá. ¿Quién respeta la vida y quién la avasalla entonces?

http://es.wikipedia.org/wiki/Los_protocolos_de_los_sabios_de_Si%C3%B3n

Luiso dijo...

Estimado H, antes que nada, no soy cristiano ni de ninguna religión.
Pero insisto en que estamos hablando de niños que mueren, más allá de que puedan haber "inflado los números", com que sea uno, es un asesinato; y empezaré a citar las fuentes, gracias.

Y sería productivo que tanto anónimo como H puedan mostrarse con nombre y apellido, aunque sea un apodo; sus contribuciones, reitero en que son productivas en éste "debate", pero lo sería más sabiendo con quienes nos comunicamos.
Y por cierto, trabajo con los gráficos, no con las palabras.

H dijo...

Querido Luiso, si te importan los niños te pido que veas este video. No cuenta nada nuevo, sin embargo en todos estos años pocas personas de bien se han manifestado en contra de este lavado de cerebro que las organizaciones como Hamás practican sobre niños que deberían estar jugando y no siendo llenados de odio.

Yo no posteo anónimamente, ahí está mi blog donde me pueden contactar. No veo necesario dar mi apellido, ya me llegan mensajes antisemitas, prefiero que sigan llegando solamente por mail :)

Un abrazo desde Argentina y gracias por la interesante discusión.

Hugo

Luiso dijo...

Hugo, es imposible entrar a tu blog, dice que no es un perfil público.
Un abrazo.

Manuel dijo...

Veamos… ni soy cejijunto (¿qué importaría?) ni culpo a Israel (por asociación) de las guerras de Irak, Afganistán ni Vietnam. Dije que han aprendido bien de su maestro que es, en definitiva, de quien reciben apoyo político, moral, mediático y armamentístico. Sin dicha enseñanza ni apoyo, muy probablemente otro gallo cantaría. En cualquier debate de este tipo el recurso más usual al que se apela es el de “¡Y tú más!”, es decir, la justificación, excusa o pretexto a determinada acción. Para simplificar, me reitero en la opinión de que la actitud de Israel es injusta, desproporcionada, genocida, mucho más allá de la venganza, inhumana, obscena, calculada, mezquina y posiblemente quedará impune. Como al parecer las estadísticas tienen muchas lecturas, declino citarlas. Pero expondré dos ejemplos aunque se me tache de demagógico o de que nada tienen que ver con lo que hablamos, aunque debo aclarar (por si no se entiende bien) que no hay nada mejor que buscarse una razón aparente o con el mínimo peso específico que justifique el asesinato en masa:
a) - ¿Había necesidad de lanzar una bomba atómica sobre Hiroshima cuando Japón ya estaba prácticamente derrotado? Y si alguien dice que si… ¿había necesidad de tirar una segunda bomba sobre Nagasaki? Por favor, que no se me conteste que con la primera no se habían enterado.
b) - ¿Alguien ha estudiado la teoría de los dos demonios? ¿Tan fuerte era el movimiento guerrillero y terrorista en Argentina entre 1976-83 que explicara la actuación de la Junta Militar? Estadísticas aparte, los militares también llamaron a aquello “guerra”. La jurisprudencia argentina de hoy lo llama de otra forma.

Mi amigo Luiso (que tiene mejor cabeza que yo) lo resume de una manera más sencilla:

"1- No justifico, ni comprendo bajo ningún punto de vista o circunstancia, que se mate a un niño.
2- Siempre que vea a un grandote pegándole a uno más pequeño, sin que nadie intervenga, por lo menos lo denunciaré con mi dibujo."

H dijo...

Ay, esos razonamientos simplistas.
Si tu hijo grandote es pacífico y un chiquito viene y le pega un tiro en el pecho, espero que defiendas al chiquito.

Visiten el País de Mierda!

Luiso dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luiso dijo...

H, por favor lee esto, y ojalá des la cara.

Relato de Verónica Souto, documentalista chilena
Hace ya dos años que volví de Palestina y desde entonces, quiero escribir este mail. Pero es tan grande todo lo vivido, que en dos años no he podido sentarme a resumir todo lo que quisiera contarles, para que al menos pudieran dimensionar lo que ahí sucede. Porque eso me pasó a mí. Creí ser conocedora del tema -algo al menos- creí saber y entender algo del "conflicto" y de la "causa", pero nada se asemeja a vivirlo. No hay libro que uno lea y no hay imágenes que uno vea, que puedan graficar lo que ahí sucede. Uno puede ser un "experto" en la materia, pero si no se ha pisado ese suelo, si no se ha respirado ese aire, si no se ha palpado esa miseria, es imposible llegar a compreder el lento genocidio que ocurre en esas tierras.

Es imposible, porque quienes lo cometen han sido las grandes víctimas del siglo XX y entonces cualquiera que acaso condene alguno de sus actos, corre el riesgo de ser tachado de antisemita. De hecho, eso aprendimos en el curso de "Conflicto en Medio Oriente" al que entré como invitada de piedra a unas cuantas horas de Tel Aviv. A la veintena de periodistas latinoamericanos que estábamos ahí, nos entregaron un riguroso listado de claves conductuales que se titulaba: "Cómo identificar el antisemitismo del siglo XXI". Y creo que muchos lo leímos y en voz baja pensamos que fácilmente seríamos tachados de antisemitas. Por eso, muchos callan. Porque ser antisemita ante el horror del holocausto, es algo inaceptable hoy, a más de 50 años de esa masacre original que le devuelve la mano al destino, convirtiendo a sus propias víctimas, en monstruos sedientos de sangre, como si la venganza ante el dolor sufrido, saliera a borbotones medio siglo después.

Ahí está el primer gran error. El holocausto judio nos avergüenza como especie. No hay duda. Al recorrer los campos de concentración que quedaron como vestigio, uno se pregunta cómo pudo existir ese infierno, mientras el mundo seguía girando. Cómo en esos precisos instantes, no fuimos capaces de detenerlo. Cómo fue posible que millones de seres fueran perseguidos, torturados y asesinados de la forma más cruel, en el más completo silencio del resto del planeta. Quizás, luego de la desolación y el horror que uno siente, eso es lo que más sorprende del holocausto: la indolencia y complicidad silente. Hoy, muchas décadas después, lo condenamos y somos cuidadosos al tener el más mínimo acto de aceptación de alguna actitud nazi.... ¿verdad?

¿Tendrán que pasar nuevamente décadas para que entonces nos preguntemos cómo fue posible que en el más completo silencio se masacrara a los palestinos?

¿Entonces seremos capaces de ver las fotos de los moribundos detrás del muro esperando comida? ¿A las mujeres pariendo en las fronteras establecidas por el sionismo? ¿A los prisioneros que Israel mantiene en condiciones infrahumanas? ¿Veremos entonces el muro y sus rejas interminables, con un judio hablando detrás de un vidrio mientras te grita que te quites la ropa una y otras vez, solo para atravesar de una lado a otro y poder visitar a tu familia? Y lo que parece más terrible aun, ¿las fotos de los palestinos tatuados con un número en los brazos como un carnet imborrable que les autoriza entrar a Jerusalem? Sí, tatuados. Igual que esas fotos espantosas de esqueléticos judios fichados en los Campos de Concentración. Hoy, de palestinos.

¿Tendrán que pasar otros 50 años para que podamos ver todo esto y no sentirnos amenazados de ser antisemitas?

Ahí está el primer error que los judios sionistas han sabido calarnos profundamente, para entonces amparar las más atroces injusticias que sus propios antepasados sufrieron bajo el yugo de los nazis. No hay que aceptar más este chantaje moral. Se que este mail bastará, para que mi nombre entre en la lista de los antisemitas. Pero no lo soy. Mi padre, yugoslavo, eslavo y casi gitano, sobrevivió a la limpieza étnica de los nazis y él mismo me enseñó que los nacionalismos enfermizos como el que persiguió a su pueblo en la Segunda Guerra, son la lacra social más terrible que puede existir. ¿Y qué es el sionismo de Israel sino un nacionalismo moderno y enfermo?

Un nacionalismo que, en sus vertientes más colonizadoras cercanas al socialismo (supuestamente ateo), apela a razones bíblicas para demandar un territorio que, además, pretende limpiar de las otras razas que ahí habitan. El sionismo es racista. No porque en sus principios esté escrito o porque la ONU en 1975 lo haya dicho en una resolución, sino simplemente porque no tolera la coexistencia de otros pueblos y actúa en esa dirección.

Como todos, crecí repudiando el holocausto y de cerca, con mi padre y sus historias.

Tanto me enamoré de la "causa", que a los 19 años estuve a punto de irme a Kibutz, embobada en mi adolescencia por la justicia tardía para el pueblo judío. Enamorada de "la causa" y de la propuesta socialista de construir patria mancomunada en el desierto. Sin una gota de sangre judia, sentí que mi raza eslava estaba con ellos y si algo podía hacer concretamente, era ayudarlos a sembrar, en un proyecto de vida que aun quisiera para mis hijos. En paz, comunidad y tolerancia.

Veinteaños después conocí uno de los kibutz más emblemáticos de la oleada que se creó en los '70. Y sigo creyendo que es un proyecto precioso, sino fuera por "el alto costo humano que representa". Supe como se reparte el sueldo de todos para la comunidad, compartí con ellos el Hanukkah, vi los huertos inmensos perfectamente regados, las áreas comunes y su intimidad. Pero esta vez también vi los restos de casas bombardeadas, "tan moriscas en su arquitectura", que se levantan en medio de los verdes sembradíos del Kibutz como trofeo a la reconquista de la "tierra prometida".

A un lado, la lechería con vacas ultradesarrolladas capaces prácticamente de dar queso listo en un teta y al otro lado, las ruinas de la que fue el hogar de alguna familia palestina allegada hoy tras el muro en esos ghettos árabes que los judíos sionistas parecen haber recreado al más puro estilo de los ghettos judios de la Alemania Nazi donde sucumbieron sus propios antepasados. Así de irónico es todo y ellos mismos lo describen.

Pude ver tras el resplandor de las velas del Hanukkah, como se retiraba el bus diminuto que transportaba como ganado a la servidumbre: palestinos enflaquecidos por el hambre que son autorizados a ingresar a Israel, con un carnet especial que los acredita como tal y les permite un "libre" tránsito.

Recordé entonces esas viejas películas que mostraban el esplendor europeo de algunos pocos en plena década de los '40, mientras la Segunda Guerra asolaba el continente. Hitler en sus despampanantes juegos Olímpicos, y al frente la chimenea humeante de los Campos de Concentración. Recordé incluso algún texto que describe la casa de Townley en Santiago, cuando Mariana Callejas celebraba sus emperifolladas rondas literarias en plena dictadura, mientras en el subterraneo de su propia casa, el servicio de inteligencia torturaba sin piedad a quienes son hoy algunos de los Detenidos Desaparecidos de Pinochet.

No hay que tener miedo. Condenamos el holocausto judio y hoy condenamos -oportunamente- el holocausto palestino.

Ir a Palestina, entrando por Tel Aviv, es una experiencia demoledora y desde entonces, es imposible no sentir una pequeña cuota de responsabilidad al ser cómplice de esta masacre, simplemente por no hablar. Pero es tan abrumadora esa experiencia, que intentar describirla se hace cuesta arriba. Porque surge la ansiedad de que comprendan que condenar la masacre palestina, no tiene que ver con el antisemitismo ni es una causa "in" en estos días. Los análisis internacionales, las proyecciones políticas, y el complejo panorama de la zona, quedan a un lado cuando se respira ese aire absurdo de intolerancia y masacre permanente.

La "tierra prometida" es hoy un cuadrillé de pueblos enmarcados en un muro de más de 8 metros de altura que zigzaguea el suelo y forma ghettos palestinos, de donde no hay salida. Apuñados, los palestinos quedaron en algunos pueblos sin conexión entre sí muchas veces, sometidos al ímpetu de los israelitas que deciden qué puede entrar a ese ghetto -o pueblo si prefieres- y qué puede salir. Esto incluye, obviamente, hasta lo más básico como la comida que, estrategicamente, te permite matar de hambre lentamente a quienes están adentro.

Imagina por un instante un largo edificio de 6 pisos, interminable, rodeado de militares anónimos que te encañonan constantemente y que encierran el lugar donde vives. Nada puede salir o entrar a ese lugar, sin que una patrulla de judios sionistas lo autorice a través del pequeño "check point" dispuesto.
Si tu padre quedó en el ghetto de al frente, o pueblo -si prefieres- deberás visitarlo escasamente y previa autorización. Entonces, tendrás que hacer una larga fila, entre dos rejas como las vacas camino al matadero, ingresarás a una pequeña habitación donde sacarás tu ropa, serás humillado sin derecho a pataleo en tu propia casa, y alguien te gritará en hebreo detrás de un vidrio, si es correcto lo que estás haciendo. Sino, pueden apresarte y te llevarán a otra habitación quien sabe con qué fin.

Si la panadería quedó al otro lado del check point, deberás hacer esta rutina de ida y de vuelta, solo si tienes la suerte de entrar, para luego ver si tienes la otra suerte de encontrar algo para comer. Así como me han tenido que perdonar los amigos judios que leen este mail, que me perdonen también los palestinos por simplificar tanto el asunto, pero es en esta rutina cotidiana y abrumadora que todos desconocemos, como logran matar a todo un pueblo lentamente. Ahorcándolo, asfixiándolo cruelmente.

Belen es uno de los más dolorosos ghettos palestinos, porque buena parte del mundo recuerda ese lugar como un sitio histórico que quisieran visitar sin temor.
La plaza de Belén, enmarca la llegada a la Iglesia de la Natividad. Los habitantes de Belen, que obviamente poco y nada comparten el fervor cristiano, respetan a los escasos turistas y valoran ese espacio como el sitio histórico que indudablemente es. Que distinto entonces ir a Nazareth, hermoso en la pulcritud israelita y prácticamente neutralizado con el fanatismo religioso o ateo -como quieran- de la administración judia que lo gobierna. Si preguntas por alguien llamado Jesús de Nazareth, entrarás a lista de las personas no gratas, aunque simplemente seas un historiador nada de católico. La intolerancia se respira en Israel. El recorrido por Jerusalem con algún judio que quiera acompañarte como guía turístico, llega a ser tragicómico. Solo pasas por fuera del Santo Sepulcro y como quien indica que ahí hay un cruce de calle, te lo señalan.

Esto para los turistas que acaso logran evidenciar este ¿racismo? en un rápido tour. Pero si te quedas solo una noche en Belen, y te atreves a entrar por el Check Point que diariamente deben hacer los escasos habitantes del pueblo que todo el mundo mira el 25 de diciembre, comenzarás a sentir el dolor en el aire.
Las pocas tiendas que hay, abren sus puertas como para no perder la costumbre. La plaza se repleta de hombres enflaquecidos y hasta con el rostro como desfigurado por el dolor, que se pasean en círculo matando el tiempo, vestidos con ropas como de los años 50. No tienen trabajo, no pueden salir de Belén a buscar trabajo. Tienen hambre. Sus mujeres e hijos esperan en casa por algo para comer y ellos deambulan por la plaza, mirando a los escasos turistas y compartiendo algún café con cardamomo.

Las vitrinas están vacías. Puedes comer algún shawarma seco y duro, que quien sabe cuánto tiempo ha permanecido clavado en el asadero. Los judios no han dejado entrar carne, y el autoabastecimiento, nunca ha sido un ideal que funcione en la práctica. Un pequeño pueblo, rodeado de piedras y arena, al que ni siquiera llega agua con seguridad.

Te paseas como un perfecto idiota en uno de los lugares más emblemáticos para el mundo occidental y entonces decides entrar a un restorán a pocas horas del 25 de diciembre. Un escuálido árbol de navidad parpadea a la entrada, y al menos 10 mesoneros sentados en la barra te reciben con felicidad, llevarás algunas monedas, también judias... que solo podrán transar entre ellos mismos. Eres el único turista que ingresa y el menú es reducido. No hay casi comida, porque la frontera no se ha abierto. Viven en la tierra donde siempre existió su gente, pero hoy no tienen derecho salir, ni a moverse, ni a comer, ni a decidir nada sobre su propio destino. Están presos en su propia casa, esperando... esperando.

Entonces pides un té y un pan con queso. Esa es la cena de navidad que puedes comer en Belén, mientras afuera un grupo de niños y hombres te mira engullendo el queso que han reservado para el turista, con la esperanza de que se mueva la microeconomía que tienen en ese ghetto donde nació Jesús.

Si puedes permanecer más días en Belén, comenzarás a sentir entonces la angustia de vivir en un Ghetto. Comenzarás a sentir la desesperación y entenderás otro poco de la historia: simplemente un buen día, el mundo decidió hacer justicia con un pueblo masacrado como el judio, y en la accidentada división territorial, tu casa quedó al otro lado.

Deberás desocuparla, y partir al ghetto, acarreando las pocas cosas que pudiste sacar, y arrastrando a tus niños entre lágrimas y griteríos. Te intalarás en un campo de refugiados, que se diferencia de los campos de concentración nazis, porque la muerte es más lenta que con el gas. Morirás de locura y hambre y no asfixiado.

Vivirás arriba de varias familias en una habitación (con suerte), sitiado a pocos metros por el muro que te encañona con tanquetas y fusiles, y esperarás con ansias la llegada de algún valiente grupo de turistas alternativos, que quiera "conocer tu realidad". Entonces te comprarán a 10 dólares algún tejido de la abuela, o alguna precaria artesanía que hizo tu esposo en la cárcel condenado a 15 años por apedrear un carro de policías judíos y podrás decidir qué hacer con esos 10 dólares. Lo más probable es que los pases a la olla común, porque te dará mucho dolor ver a los hijos de tu "vecino" con tanta hambre como los tuyos.

Así transcurrirán tus días. Lentamente. Muy lentamente. Siempre esperando como que la pesadilla termine y un buen día te digan, acabó... puedes regresar a tu casa. Pero eso no pasará. Hace 30, 40 años que tu casa ya no existe. En su lugar, hay un país que instaló sobre tu cama, una preciosa lechería de vacas genéticamente perfectas.

Y como no hay territorio donde construir, deberás seguir en el Ghetto delimitado por otros, subsistiendo otros 40 años más hasta que mueras de viejo, con la mejor de las suertes. Tus hijos acaso irán a la escuela, cada vez más llenos de odio e impotencia, porque los escolta el muro, los militares, los tanques que te acechan a cada paso. Hasta que un día ese pequeño se convierta en hombre y entonces definitivamente no encuentre respuesta para entender por qué no puede ir a ese lugar también sagrado para él que es Jerusalem y que está solo a 10 minutos. Hasta que no encuentre respuestas para entender por qué no puede ir a estudiar a una universidad libremente, o casarse y formar una familia dignamente.

Entonces, ese muchacho que criaste en la miseria del Ghetto explotará de ira e impotencia, y juntará un puñado de piedras que arrojará contra el muro que lo somete a la más espantosa miseria. Ese muchacho entonces, será detenido y torturado varios años acusado de terrorismo. La evidencia serán las piedras, y la honda artesanal que fabricó a escondidas. Tu envejecerás esperando su libertad y explicándole a sus hermanos lo que sucede, intentado que ellos no corran la misma suerte, mientras sobrevivien ahogados en ese ghetto cada vez más infernal. Y si el muchacho entonces sale, será solo para juntar ahora un puñado de clavos y construir esos famosos cohetes que tanto desesperan a los judios sionistas.

Los "kassam", tubos artesanales de metal, rellenos de pólvora y clavos, que tienen la fuerza suficiente para subir 8 metros, traspasar el muro y explotar en una lluvia de clavos contra tus opresores y que irónicamente ellos mismos rescatan para transformar en esculturas que adornan sus hermosos jardines y que muestran como una evidencia de la violencia que son víctimas.

Vendrá entonces la primera represalia, un tanto desproporcionada, cinco tanques aplastarán viejos autos palestinos, arrollarán niños que se entrenan en la intifada ("levantamiento") afinando la puntería con las históricas piedras de Belén.

Mientras revuelves la olla común con escasos porotos y pepinos, escuchas el griterío y la desesperación, como cuando los nazis entraban de golpe al pueblo de mi padre en Brac buscando a los partisanos. Nuevamente el horror te aplasta. Verás a morir a los tuyos, correrás entre el humo con los cuerpos ensangrentados, y los refugiarás en el Ghetto, a la espera de alguien de la Cruz Roja que cumpla la rutina humanitaria mientras José Levi despacha con su espantoso sonsonete español que: "ha empezado una nueva intifada".

Si la frontera no se abre ni siquiera para la carne, o la leche, más difícil es aun ingresar artefactos que te permitan igualar la violencia de bombardeos aéreos o incursiones con tanques que reprimen los piedrazos o los kassam de tus hijos.

Entonces llegará al poder de otro de tus hijos un poco de pólvora y tu se la quitarás. En silencio, sentirás -como ellos en su ferviente adolescencia- que los kassam con ese puñado de clavos, no igualan al poderío militar que te reprime. No tienes trabajo, no tienes comida, no puedes moverte del Ghetto, en tu mente solo existe la necesidad de hacer justicia, no puedes pesar en nada más. No hay futuro.

Darás vueltas en el ghetto una y otra noche, como siempre hace 40 años. Los bombardeos intensifican el bloqueo. No tienes agua, no tienes comida. Tus hijos sobrevivientes están muriendo de hambre y tu estás enloqueciendo. Pasarás muchas noches desvelada, hasta que aprenderás a construir un explosivo casero con esa pólvora. No le dirás a nadie, pero después de 40 años de miseria y represión, estás agobiada. No hay salida y decides que no te matarán de hambre lentamente y que tu muerte entonces no será en vano. Construirás explosivos que esconderás en tu cuerpo. Lograrás pasar el check point y lo harás estallar en el lugar más repleto de judíos que puedas encontrar. Esa es será tu pequeña venganza.

Mientras los restos de tu cuerpo se mezclaron con la sangre de los judíos también muertos, José Levi informará de un nuevo atentado suicida y horas más tarde, anunciará la segunda replesalia. Bombardeos aéreos han dado sobre tu campo de refugiados. 290 muertos y 900 heridos en una nueva incursión de uno de los países militarmente más poderosos del planeta, que somete a los esqueléticos terroristas palestinos armados de piedras y cohetes kassam que tras 40 años de miseria y destierro no encuentran solución a su existencia y no se resignan a morir en uno de los ghettos del siglo XXI que reviven a los del Tercer Reich.
Ese fue el titular cuando llegué a Palestina: "Abuelita terrorista se suicida y mata a dos judíos". Tenía 50 nietos, versaba la bajada de la crónica. 50 nietos que habrá criado en el Ghetto, en esta 4 décadas... dónde más.

Después de estar 4 días en Belén, decodifiqué el titular. De-construí el titular y entonces, comencé a sentir cómo era posible enrollarse un montón de explosivos en el cuerpo. Sentí la angustia, abrumadora, la desesperación.
Decidí salir de Belén, angustiada, amargada... aterrorizada, y con una de las tristezas más profundas que he sentido en mi alma, simplemente porque tienes la certeza absoluta de que no hay retorno.

Lleguamos a Betjala, que tiene conexión directa con Belén, omitiendo el check point. Entramos al mejor hotel de Betjala, un hermoso edificio de casi 12 pisos, hermosamente decorado, con un salón inmenso en la recepción, un gran comedor, un hermoso bar. Más de 300 habitaciones. Todas vacías.
Pedimos una buena habitación. Estaban todas disponibles. Un gran ventanal. Betjala como deshabitada, detenida en el tiempo. Y nosotros omitiendo un rato el caudal de incompresiones que teníamos en la cabeza y el corazón. Estábamos escapando, al menos unos días. Teníamos hambre. Esa noche podríamos comer bien. Entonces por teléfono pedimos a la recepción algo de comida. Decidimos bajar al restorán. A las 9 de la noche, un restorán con más de 100 mesas había sido abierto solo para nosotros. La mesa repleta de las más exquisitas comidas árabes, sin exagerar. Todos los mesoneros a nuestra disposición. Estaba siendo difícil huir de la miseria. La teníamos escondida tras el lujo de ese hotel también detenido en el tiempo. Era temporada alta, plena navidad y no habían llegado pasajeros. Comimos lento, pensando en cómo hubieran querido algo de "very tipical food" en el campo de refugiados que habíamos visitado horas antes.

Una cerveza fue el postre y nos instalamos en el hermoso salón contiguo. Prendieron las luces para nosotros y entonces apareció un hombre alto, canoso, amable. Saludó y se presentó como el dueño del hotel. Comenzó una tonta conversación sobre clima. El no quería hablar del tema y nosotros tampoco, pero nuestro inglés chapurreado, tan chileno, pronto lo hizo sospechar sobre nuestra procedencia. Como muchos en Betjala, él también tenía un familiar en Santiago. Entramos en confianza, y entonces preguntamos y preguntamos.
Cómo sobrevivía, cómo mantenía ese hotel y para qué lo hacía en medio de tanta desolación. La conversa cada vez era más triste. Los escasos 200 dólares que podíamos dejar por nuestra estadía, ni siquiera alcanzaban para pagar la electricidad de 1 día funcionamiento del hotel. ¿Por qué no te vas a Chile?, le preguntamos. Uno de sus hermanos vive en Santiago. Sus ojos se llenaron de lágrimas, como si ese tremendo hombre de rasgos tan masculinos, fuera un pequeño nene muerto de susto. Como un comandate derrotado en su trinchera, moribundo, pero impecable y de corbata, él estaba dispuesto a morir ahí, en el precioso hotel que heredó de su padre y que antaño estaba repleto de turistas, viviendo el esplendor de la cultura árabe mezclada con el rito católico de la navidad.

No puedo hablar, dijo tartamudeando y se despidió de lejos antes de marchar. A la mañana siguiente partimos rumbo a Jordania. No pudimos conseguir un auto palestino que nos llevara a la frontera. No queríamos dejar ni 10 dólares más en manos de Israel. Pero fue imposible. Está prohíbido y aunque los "territorios palestinos" dan con Jordania, la frontera también es de los judios.

Verónica Souto

Documentalista